¿Sabías que una cisterna que pierde agua puede llegar a desperdiciar entre 8 y 25 litros cada hora? Si haces el cálculo, eso significa que al día se pueden perder fácilmente más de 200 litros de agua, y al mes, miles. Además del impacto medioambiental, este problema también es un aumento considerable y directo en tu factura. La mayoría de fugas en las cisternas se pueden solucionar con herramientas básicas y un poco de paciencia, por lo que os vamos a explicar arreglar la cisterna del baño que pierde agua, cuáles son las causas más comunes y qué hacer para evitar que vuelva a suceder.
¿Cuáles son las causas de que una cisterna pierda agua?
Las cisternas pueden perder agua por diferentes motivos:
- Junta deteriorada: con el tiempo, las gomas que sellan los mecanismos se resecan y dejan escapar agua.
- Flotador dañado. Si no cierra bien el paso del agua, la cisterna se llena en exceso y se desborda.
- Mecanismo de carga desajustado. A veces el problema no es una rotura, sino un simple desajuste.
- Desgaste por ser un modelo antiguo, ten en cuenta que las cisternas viejas suelen tener piezas desgastadas difíciles de ajustar.
- Válvula de llenado defectuosa: si no corta el agua a tiempo, se produce un goteo constante.
- Válvula de descarga con fugas, verás que ocurre cuando el agua pasa al inodoro aunque no hayas pulsado el botón.
- Cal y suciedad acumulada. Los restos de cal impiden que las piezas cierren correctamente.
Cómo arreglar una cisterna que tiene fuga de agua
Ahora sí, vamos a lo práctico. Dependiendo del origen de la fuga, el proceso de reparación será distinto. A continuación os detallamos los casos más habituales y sus soluciones.
Junta deteriorada
Las juntas de goma son las que tienen que sellar los mecanismos, por lo que si están viejas o cuarteadas, el agua se va a colar. La solución es sencilla y económica porque apenas cuestan unos céntimos las juntas:
- Cierra la llave de paso del agua.
- Vacía la cisterna tirando de la cadena.
- Retira la pieza donde esté alojada la junta (suele estar en la válvula de descarga).
- Sustituye la goma por una nueva del mismo tamaño.
- Monta de nuevo y abre el agua para comprobar que la fuga ha desaparecido.
Flotador dañado
El flotador controla la entrada de agua en la cisterna. Si se agujerea o no sube correctamente, la cisterna no se detiene al llenar, por lo que verás como acaba desbordándose. La solución:
- Revisa el estado del flotador. Si está perforado, tendrás que reemplazarlo.
- Si solo está desajustado, regula su altura para que corte antes la entrada de agua.
- Ajusta el tornillo o la varilla que lo sujeta, según el modelo.
Mecanismo de carga desajustado
A veces el problema no está en la pieza en sí, sino en un mal ajuste del mecanismo, por lo que aquí te no haría falta una pieza nueva, solo una regulación adecuada. La solución:
- Localiza el mecanismo de llenado. Suele estar en el lado o interior de la cisterna del inodoro.
- Ajusta el tornillo que regula el nivel máximo de agua.
- Haz pruebas tirando de la cadena y observando si el agua corta en el nivel correcto.
Válvula de llenado defectuosa
También puede pasar que este mecanismo, en vez de simplemente estar desajustado, sea defectuoso. Por lo tanto, la solución sería:
- Cierra la llave de paso.
- Retira la válvula defectuosa.
- Sustitúyela por una nueva, asegurándote de que es compatible con tu cisterna.
- Vuelve a conectar y abre el agua para comprobar que cierra correctamente.
Desgaste por ser un modelo antiguo
En cisternas muy viejas, el desgaste generalizado de las piezas provoca fugas difíciles de resolver con reparaciones puntuales. En estos casos, lo más recomendable es sustituir el mecanismo completo de la cisterna. Puedes encontrar kits universales en ferreterías por un precio entre 15 y 40 €.
Válvula de descarga con fugas
La válvula de descarga es la que libera el agua al pulsar el botón. Si no ajusta bien, puede dejar escapar agua constantemente al inodoro. Te recomendamos que lo soluciones así:
- Retira el mecanismo de descarga.
- Limpia bien la goma y la zona de contacto.
- Si la goma está deteriorada, sustitúyela.
- Monta de nuevo y haz pruebas.
Cal y suciedad acumulada
En zonas con agua dura, la cal puede acumularse en las piezas y evitar que cierren bien. Para eliminar la cal y la suciedad:
- Desmonta los mecanismos de llenado y descarga.
- Límpialos con vinagre o un desincrustante específico para cal.
- Asegúrate de enjuagar bien antes de volver a montar.
De hecho, os recomendaríamos que hagáis esto de forma periódica, incluso si la cisterna está perfectamente.
¿Cómo sellar filtraciones de agua en cisternas?
En ocasiones, la fuga no viene de los mecanismos, sino de pequeñas filtraciones en el depósito de la cisterna. Esto puede suceder en modelos de porcelana con microfisuras o en cisternas de plástico deterioradas. Si la fisura es muy grande, lo más recomendable es cambiar la cisterna por completo, ya que el sellado será solo una solución temporal. Por otro lado, si la fisura es algo más pequeña:
- Localiza la grieta o la zona de fuga.
- Lija suavemente el área para mejorar la adherencia.
- Aplica un sellador específico para sanitarios (silicona neutra o masilla epoxi).
- Deja secar el tiempo recomendado por el fabricante.
- Rellena la cisterna y comprueba que el sellado funciona.
Consejos para que la cisterna no vuelva a perder agua
Aunque ya lo hayas solucionado, ambos sabemos que es mejor prevenir que curar. Por lo tanto, para prevenir futuras fugas, te dejamos nuestros consejos prácticos:
- Revisa periódicamente los mecanismos, ya que haciendo una inspección cada seis meses puedes evitarte problemas mayores.
- Limpia la cal de forma regular. Coloca filtros en la entrada de agua si vives en una zona con mucha dureza.
- No uses productos agresivos dentro de la cisterna: las pastillas de limpieza pueden deteriorar las gomas.
- Sustituye las piezas cuando veas desgaste: no esperes a que la fuga sea evidente.
- Controla el nivel de agua y regula el flotador para que no sobrepase el límite.
Ahora ya sabes cómo arreglar la cisterna del baño que pierde agua y que este problema, aunque molesto, tiene soluciones muy sencillas y económicas. Lo más importante es actuar cuanto antes, ya que una cisterna en mal estado no solo desperdicia agua y dinero, sino que también puede dañar otras partes del inodoro.



